Fue ahí que comprobé que siempre puede haber algo mejor.
Fue así que comprobé que la angustia es prima de la desolación.
Fue ahí que comprobé que siempre puede haber algo peor.
Fue así que comprobé que la angustia es prima de la desesperación.
Y que aveces, tal vez, estar solo es mejor.
Y que al cielo no se llega nunca DE A DOS.
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